viernes, 2 de septiembre de 2016

La vocación al servicio Una experiencia de vida










Debo comenzar haciendo una confesión, soy una persona un poco caprichosa, pero siempre me motiva algo en particular, en este caso no sé qué exactamente lo que me motiva, puede ser mi necesidad de compartir algo que marca mi vida constantemente, voluntad divina, o simplemente otro capricho mío, le dejo al lector la opción de elegir entre esas tres.

Cuando hablamos de vocación nos referimos a un llamado que sentimos hacia algo determinado, en este caso el servicio a los demás motivados por un amor inmenso que emana de DIOS, un sentimiento que se hace grande en tu corazón y solo queda compartirlo, es un motivo para ser feliz y tratar de hacer la vida más agradable a los demás, podría decirse que uno lo elige, así como elegí mi carrera la cual amo, también el servir sería una elección de vida.

La verdad es que ser católico comienza de manera muy accidentada, me bautice y comulgue gracias a la insistencia de mi Madre, la catequista solía decir que yo era muy talentoso cuando me interesaba algo, del resto era muy apático, mi Madre solía decir que yo era así, sencillamente hacia lo que quería,  y definitivamente pasar sábado y domingo en una iglesia acalorado aprendiendo oraciones y ritos no era mi idea de un fin de semana agradable, luego de eso, conocí una chica maravillosa llamada Clara y su familia, la cuales con mucha insistencia y muchas peleas con Clara lograron hacer que fuera a misa, la verdad, iba porque su Mamá cocinaba delicioso y siempre me quedaba en su casa luego de misa, cuando nuestra relaciones terminaron, deje de ir… ya no había más comida, pero por cosas de DIOS, una muy querida amiga llamada Vanessa, tenía una dichosa calculadora, y por insistencia de mis Padres me daba la tarea de ir a buscarla, ella era servidora del altar en una iglesia ubicada en los bloques llamada San José Obrero, por su constante descuido y falta de interés en buscar bien donde estaba, me hizo ir muchas veces, me quedaba a la misa solamente para esperar que saliera, mi paciencia solo era comparada con el gran amor que le tengo, pero el para entonces párroco de la iglesia el Padre Pedro Moya, hablaba con pasión del evangelio, con tanta pasión que sentí que escuchándolo aprendería muchas cosas, era como ver el evangelio reflejado en mi vida, y de esa manera tan accidentada llegue a la iglesia, definitivamente no fue mi elección llegar, pero si quedarme, y recupere mi calculadora.

Para ese entonces tendría 17 años, estaba entrando a la Universidad de Oriente por Administración,  recuerdo que un joven llamado Vicente, me invito a una reunión que solían hacer los jóvenes de la iglesia, asistí porque estaba allí mi amiga Vanessa, sinceramente pensé que era una de las maneras más aburrida que tenia de perder el tiempo.


Pascua Juvenil Kairoi 2011
Luego en misa, escuche que los mismos jóvenes hacían un llamado a un Retiro llamado Pascua Juvenil Kairoi, pensé que si la reunión era patéticamente aburrida, una semana completa con ellos debía ser mucho peor, no había terminado de hacer el argumento cuando una joven me estaba pidiendo los datos y estaba yo muy emocionado dándoselos, cuando Salí del templo me preguntaba ¿Para qué le di mi numero si no voy a ir?, pasada unas semanas almorzaba con mis padres y les comentaba que ya venía semana santa,  y que no pensaba ir al retiro que promocionaban en la iglesia, para ese entonces ellos me acompañaban a misa, no termine de decir eso cuando mi teléfono sonó, todo paso tan rápido, que confirmar la asistencia, y estar el lunes en la puerta de la iglesia fue lo mismo, aun no entiendo como paso eso, ¿un capricho más?  O sencillamente la voluntad de DIOS, fue algo en mi lo que me llevo al retiro que cambiaría mi vida, algunos días me pregunto qué pasaría si yo hubiera ignorado a la joven que tomo mis datos, o le hubiera dado el teléfono malo, mi crecimiento personal, profesional y espiritual han ido de la mano, este momento marco el comienzo de una aventura de la mano de DIOS, y el no suele explicar muy bien a donde va.

El servicio en mi vida es definitivamente un privilegio, me ha dado la oportunidad de hacer cosas que creía imposible, ir a lugares impensados y conocer personas maravillosas, no comenzó como opción de vida, se hizo parte de mi vida, es un sentirme pequeño con un corazón muy grande y vacío, sentir como ese corazón se va llenando y las cosas a tu alrededor también cambian, porque tu cambias, tu disposición por ayudar a los demás es distinta, no existen quejas cuando el servicio nace del amor, solo quieres hacerlo lo mejor que puedas en las condiciones que sean con las personas que estén, si es de ir a llevar el evangelio, no es sencillamente hacer una lectura, es dar una palabra de aliento, escuchar a aquel que esta agobiado, darle una sonrisa al afligido, visitar al abandonado, ¿Qué sentido tiene llevar una buena noticia si no va alegras a la persona que la recibe?

Un año después tuve el privilegio de servir tal como lo hicieron conmigo en el retiro, aunque yo siento que no fue la gran cosa la que hice, me motivaba ver el cambio de las personas, llegan renuentes a todo, y poco a poco entienden que es un regalo, si lo aceptas está bien, sino ya encontraras el momento, pero cuando comienzas a aceptarlo, tu comienzas a cambiar, y ser parte de ese cambio en personas a las cuales no conocía, era mi mayor motivación, ser parte de un momento trascendente en la vida de una persona, es una experiencia que se queda corta.


Enajo 2012 Foro de Valencia
En el 2012 tuve la oportunidad de ir al ENAJO, de las muchas cosas que conocí, y las personas  maravillosas con las que tuve el privilegio de compartir, fue el sentimiento de ver que aun cuando éramos muchos, de muchos lugares, era un sentimiento distinto el que se sentía, similar a estar en casa, pero más ameno, la fraternidad de la convivencia fue algo que me confundió, ¿Por qué personas que no nos conocen y no volveremos a ver, nos tratan tan bien?, lo entendería más adelante.







ENK 2013 

En el 2013 fue la oportunidad del Encuentro nacional Kairoi, al igual que la experiencia pasada, la evangelización me marco mucho, era una persona muy tímida, ir a casa de personas que no conocía , en un lugar extraño, las cuales se sorprendía con mi forma de hablar porque no era de la región, y sin embargo, con todo eso eran capaces de invitarnos a su hogar a hablar, el amor fraterno que se tenía, parecía que los km de distancia entre las extensiones hermanas eran imaginario, abrazos llenos de lágrimas, definitivamente no entendía como en la distancia se mantenían amistades, pero una de las cosas que me marco, fue ver a un joven llegar descalzo por regalar sus zapatos a un niño que estaba descalzo, y llegar con una sonrisa y alegre, ¿el amor por los demás puede llegar a esto?



Sinceramente aun me cuestiono, pero sin duda, ese fue el evangelio, una buena noticia para la persona que la recibió con alegría, y quien la dio con amor, otra cosa fue la obra de teatro, la energía que se sentía al verla, se podía tocar la dedicación y atención, el amor de preparar algo para transmitir un mensaje, en ese momento entre un par de lágrimas que se escaparon, comprendí que no se necesitan palabras para demostrar amor, que cuando el amor es puro y sencillo, las acciones hablan donde las palabras callan.  






Pascua Juvenil 2014 Piritu
La segunda oportunidad que tuve para dar ese regalo fue en el 2014, aun cuando la primera fue maravillosa, yo seguía siendo una persona bastante cerrada, estaba con un propósito aprender de DIOS, sin embargo consideraba que conocer a los demás era irrelevante, los veía tan emocionados haciendo amistades y saliendo, yo sentía que todo eso me daba igual, que nada me distrajera de lo importante, DIOS. La segunda oportunidad fue en Piritu, acepte porque me encanta viajar, aunque no conocía a las personas con las que iba a servir, realmente tampoco me importaba, mitad de mi vida la he pasado en excursiones, no era algo que me preocupara, sin embargo, esa semana me cambio, esa semana conocí que era estar plenamente feliz, entendí que DIOS también está en los compañeros de camino, que el amor de DIOS es mejor compartido, que el servicio es mejor cuando está lleno de un amor pleno, cuando te dedicas a conocer a las personas que están a tu lado, te das cuenta que son imperfectas, pero están llenas de tanto para dar, que su presencia en tu vida es un bendición, servir a su lado se hace algo indescriptible, después de eso no volví a ser el mismo, el ser amoroso es algo que desde ese entonces, me sale natural.

Del ENK 2014 entendí las lágrimas cuando vi a las personas con las que había tenido el privilegio de servir en ese mismo año, con varios meses sin vernos, se siente que el corazón se sale del pecho, vi los frutos de ser más sociable, comprendí que la belleza del camino no solo está en andarlo, también está en disfrutar las compañía que por breves momentos están a nuestro lado y aprovecharlas como si no existiera mañana.




Alistandonos para el Festival Mariano Maria
Modelo de Juventud
Ya con tantas experiencia consideraba que mi fe estaba madurando, con la pregunta ¿Cómo llegue
aquí? Viajes, sentimientos que no entendía, lágrimas de felicidad que se escapaban de un corazón acostumbrado a ser frio, tenía un proyecto, el cual entre por obligación, una hermosa joven llamada Diana, con una dulzura increíble me hizo entrar en Santa Teresita Del Niño Jesús, la única agrupación católica en la universidad, ya a mediados de carrera, es a esto a lo que me refiero con hacer cosas que son imposibles, organizar un festival mariano, ferias estudiantiles, pesebres, y conocer a unas jóvenes que son en mi vida mi gran tesoros y parte de mi familia, al grupo se anexaron unas Misioneras Eudistas, las cuales son incansables y cada una es un caso especial, una de ellas me invitaría a una experiencia que me haría ver la vida de una forma distinta, Santa Teresita para mí fue el reto más grande que he enfrentado en mi vida, ser el coordinador, las cantidad de actividades que hacíamos y ver que aun cuando éramos pocos a pesar de haber muchos católicos en la universidad, era un sentimiento de nadar en contra corriente, era el despertar del servicio, el lado oculto, ese amor se prueba en las

dificultades, cuando visualizas el futuro y ves montañas altas, luchas por alcanzar la cima, y ves que esa era pequeña en comparación con la que viene, es abrumador, saber que existen muchas personas que te pueden ayudar, que podrían aportar una ayuda importante, y sin embargo te dan la espalda, quizás lo difícil de este servicio en la universidad era aprender a evangelizar en una iglesia, y ver a muchos que no querían salir del salón de clase de la parroquia, el dar esa buena noticia que es el evangelio se hace tremendamente difícil cuando lo haces en un lugar donde te conocen, la universidad es uno de los ambiente menos fértiles para que se vean actividades religiosas,

Festival Mariano Virgen Misionera de la 
sin embargo, siembra amor, donde no hay amor y conseguirás amor, todo lo que se hace en nombre de DIOS en la universidad, lleva un sello único, el sello de hacerlo con amor.   Mi mayor reto fue organizar el EDAEUDO, un evento para 150 personas, la frustración de querer hacer mucho y avanzar poco, sobre todo ir en contra de mis prejuicios, mi hobby, era discutir con los Evangélicos, me encantaba hacerlo, y ese evento lo realizamos 3 católicos y como 12 jóvenes Evangélicos,  entendí entonces que el servicio cuando se hace con amor, no importa quien este a tu lado, lo que te une a esa persona es el amor por DIOS, de esa manera y solo de esa manera, puedes llegar a hacer equipo con quienes pensabas imposible, para mi agrado, el evento fue un éxito, una jornada titánica, pero ese hasta el momento, es lo más complicado que he llegado a hacer, aprendi a los golpes que la mano de DIOS no te lleva a donde su gracia no te acompañe, eso mientras estaba mirando el cielo sin esperanza y a dos semana del evento te dicen, “Hermano tenemos el lugar para hacerlo” después de tocar más puerta que un testigo de Jehova con una dosis de redbull.

Una de mis hermanas misioneras Eleinis, me hizo la invitación a misionar a temblador, en diciembre, a lo cual, aun me pregunto porque acepte, sin embargo, el ir a un lugar que no conocía, recuerdo llegar el primer día, llegamos el Padre nos dejó a mí y a otro joven misionero y nos dijo “Ustedes ya saben que hacer”   mi cara de desconcertado era única, el pueblo se llama Mantecal, un lugar calurosos, lleno de arena, con una población no muy numerosa pero bastante humilde, sin señal en ningún lugar, probé en todos los lugares que me dijeron que había señal, jamás había odiado tanto mi teléfono inteligente, las personas que estaban a cargo de nosotros eran de avanzada edad la Sra Alba, nos recibió con una sonrisa única, como si hubieran llegado sus hijos, su esposo, nos prestó su humilde hogar, y nos dio su habitación para que descansáramos todos  los días que íbamos a estar, yo pedí una hamaca por temor a una garrapata, pensaba para mis adentros, “¡Quien rayos me mando para acá!” pensaba en mi novia Diana, en el hecho de que no podía comunicarme con mi familia ni con ella, y trataba de no odiar a Eleinis por eso,  fueron unos días maravillosos, el ir en la mañana a evangelizar en  medio del sol y la arena, no era tan agradable a pesar de que nos atendían con receptividad, pero en las tardes, el compartir con los niños, pintar, jugar y ver como se les iluminaban los ojos al vernos, si en ellos no estaba DIOS, no sabría donde más buscarlo, ellos eran la razón de nuestro esfuerzo,
DIOS no solo está en el templo, el toca la puerta de sus hijos de muchas maneras, los niños en medio de sus carencias y muchas necesidades, siempre nos brindaban la mejor de sus sonrisas, daba sentimiento porque incluso con lo poco que tenían se alegraban de compartirlo con nosotros, esos días comprendí que ser feliz es una decisión, DIOS nos permite ser verdaderamente felices en el servicio, así estemos en la más profunda de las necesidades, no importa el donde, él te lleva a vivir grandes aventuras estés donde estés, estés con quien estés, cuando llegue a mi casa el 24 de diciembre, sentí que parte de mi ser se quedó con ellos.









He vivido muchas cosas en el camino, la mayoría de ellas no han sido mi decisión, pero si algo me
hace sonreír solo con pensarlo son mis dos años de servicio en Santisima Cruz, si esos niños supieran cuanto los amo, ellos son una razón sincera para querer ser mejor, es mi última lección del servicio, yo he trabajado en mi formación, en un principio necesitaba consejos, luego los daba, necesitaba comprensión, luego comprendía, necesite amor, y luego daba amor, pero nunca llegue a ver los frutos de mi servicio, a los niños de Mantecal, aun cuando me mandan
saludo con los misioneros, no los he vuelto a ver,
a mis hermanos de Piritu, tampoco los veo de seguido, aunque tengo un ángel en Piritu que siempre me cuida y está pendiente de mí, no solemos tener una comunicación diaria, sin embargo, Santisima Cruz, yo los vi crecer, formarse, y luego ser ellos servidores, tener el privilegio de servir con quienes yo le servir, es saber que todo ese amor que tu das al mundo inspirado por DIOS, se multiplica, estoy eternamente agradecido con DIOS por permitirme vivir con ellos su crecimiento, a pesar de no visitarlos por mi constante formación profesional, mi corazón se acelera cuando pienso en esos hermosos jóvenes, lo que me lleva a la lección más hermosa, el amor de DIOS se multiplica aun cuando no lo veas, el servicio es dar un amor que no cae en sacos rotos, cada una de las personas a las que le sirve se merece esa especial atención, ese amor incondicional, no importa cuantos se sientan llamado a servir, lo importante es que aun cuando no los veas, ellos van a seguir multiplicando el amor que tú le das en tus obras, ese amor que tu recibiste alguna vez y cambio tu vida, ahora te da la oportunidad de tocar la vida de otras personas,  no sé tú, pero para mí eso vale la Vida.

Nuestra vida debe ser como el evangelio, una buena noticia, una forma de llevar a los demás ese amor incondicional de DIOS, que las palabras sean el complemento y nuestra actitud el plato principal, mi mayor lección de caridad me la dio una hermana llamada Milagros, que durante la semana santa mientras desayunábamos preparándonos para una larga jornada, le dio el desayuno a un hombre que vivía en la calle, sin pensarlo, sin dudarlo, solo lo hizo, y sonrió como siempre, siempre hay más alegría en dar, que recibir, y DIOS me lo recuerda a cada momento, y no se cansa de enseñarme, esa hermosa joven que hizo eso, hace 5 años estaba en el retiro que cambio mi vida, y hoy, después de ser amigos, esta enseñándome una lección después de tantas aprendidas..

La mejor manera de conocerte, crecer y tener una vida llena de cosas por la que dar gracias, es vivir un servicio lleno de amor y no pensar mucho, Jesús es un aventurero de primera, con el harás de todo menos aburrirte, conocerás tus limites, enfrentaras tus miedos, conquistaras tus metas, te romperás tú mismo para poder ser mejor, para dar un servicio mejor a los demás, para tener más amor que dar.

“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”

Madre Teresa de Calcuta. 

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