Aun cuando parece obvio, ¿cuantos nos levantamos con eso en mente?, soy
de las personas que considera que el humano es malo de naturaleza, y que todo
intento de ser bueno es algo que va en contra de su propia naturaleza por eso
se admira a las personas que son capaces de ser buenas con los demás, el pensar
de esta manera me ayuda a digerir mejor mi realidad, recuerdo que le preguntaba
a mi párroco, ¿Cómo ser un mejor cristiano?, y él me dijo: Comienza saludando a
tus vecinos, saludar es de cristianos, muestra verdadero interés en el
saludo. Yo ese día me quede pensando en
esas palabras, a mí no me gusta despedirme, tampoco solía saludar mucho, mi
mala memoria para las caras, me hizo más de una vez saludar a la persona
incorrecta, pero comencé a saludar a mis vecinos, los cuales no me respondían el
saludo, cosa que me hacía pensar que era una pérdida de tiempo, pero no me rendí,
para no sentirme tan mal, saludaba a los perros, los cuales tampoco me respondían,
pero al menos se mostraban más receptivos, cosa que le parecía de locos a mis
amigos, en fin, después de unas cuantas semanas saludando a las misma gente, a
la misma hora, comenzaron a responder el saludo, y aun cuando no saben mi
nombre, me saludan como si me conocieran de mucho tiempo.
Cuando tratamos a los demás, pocas
veces somos consiente de que ¡es un ser humano!, en lo personal, no me gustan
los taxis, aparte del precio, muchos de ellos buscan sacar conversación y solía
ser una persona callada y en ocasiones me hubiera gustado que se dedicara solo
a manejar, yo no veía una persona, yo veía un objeto que me llevaba de un lugar
a otro, yo leí en un libro, que hablaba de las personas invisibles, estas
personas que están allí, que no les damos de nuestro tiempo ni atención, pero
has pensado ¿Cómo se siente?, pues te tengo noticias, somos humanos y sentimos,
tenemos metas, aspiraciones, sueños, deseamos y soñamos despiertos, todos los
tenemos, pero somos ignorantes de esa realidad con la persona que vende periódicos,
con la cajera, el conductor del bus, vecinos y en ocasiones nuestra familia.
El hacer presente este pensamiento,
nos hace consciente de que nuestras acciones afectan emocionalmente a los demás,
no son máquinas, darle las gracias al conductor que lleva todo el día en el
bus, sonreírle a la cajera, decirle a tu maestra que se ve bien, darle un
abrazo a tus padres cuando llegan de trabajar, alegrarte sinceramente al ver a un
amigo, ser una persona emocionalmente reactiva y expresiva, aparte de mejorar
nuestra personalidad y hacernos un poco más sociables, ayudaras a hacer del
mundo un lugar mejor, tratas con humanos, es ver a la vendedora a la cual has
hecho buscar varios pares para no comprar ningún, como alguien que trabaja para
graduarse de la universidad y lleva todo el día con personas que la tratan con
indiferencia, tu ser la diferencia, ser amable y si es posible, que ella te
regale una sonrisa.
Esto es útil en lo personal, pero en
los negocios es vital, nada como un vendedor atento, una persona que valora a
su cliente y se preocupa por sus necesidades, personas que se hacen humanos
porque tratan con humanos, dejemos de ser tan mecanismo y monótonos, aprendamos
a dar color a la vida y chispa a quien la necesita.
Mi mejor ejemplo es una mascota, un
perro para ser exacto, no importa cuando tiempo pase, siempre que veo a mi mascota
se emociona, se alegra sin importar mi ánimo o si le prestó atención, el amor
que ella expresa parece no tener fin, porque siempre le brillan los ojos cuando
me ve, incluso cuando visito a mi mejor amigo, su mascota sale corriendo a
recibirme con emoción, tenemos mucho que aprender de los animales, aun así,
entendiendo que los seres humanos tienen emociones, tendremos un súper poder,
el poder regalarle una sonrisa a alguien que a sido ignorado todo el día, el
poder hacerle a alguien, un mejor día.

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